Fuerteventura, los volcanes del viento (I)


Después de toda una vida donde los únicos volcanes que conocí fueron los de Busdongo, Getino o Verdiago y la capa de cenizas volcánicas convertidas en caolín de Barrios de Luna, las islas Canarias me han dado volcanes “pá jartarme”. Conocida más o menos bien la Gran Canaria, me toca esta vez recorrer Fuerteventura. Como soy un peñazo, os presento una síntesis de la geología majorera y en otro capítulo el recorrido que hice por la isla. La mayor parte la he sacado de este documento, muy didáctico http://visitfuerteventura.es/wp/wp-content/uploads/Inventario_Volcanes_web.pdf

La geología de Fuerteventura: Tiene una importancia de alto nivel, entre otros aspectos por los siguientes puntos:

· Es la isla más antigua del Archipiélago Canario. No es frecuente encontrar islas volcánicas tan antiguas a nivel mundial. En las islas Hawai permanecen emergidas aquellas islas con menos de 6 millones de años de antigüedad y Fuerteventura se encuentra emergida desde hace unos 22 millones de años. 
· Se pueden encontrar las rocas más antiguas del Archipiélago Canario. Las lavas almohadilladas de la Corteza oceánica tienen una edad de unos 180 millones de años y los sedimentos oceánicos, que forman también parte de la Corteza oceánica, situados en la costa occidental de la Isla, tienen una edad entre 174 y 84 millones de años y se formaron poco después de la separación de África y América, cuando el océano Atlántico era mucho más estrecho.
· La última erupción volcánica de Fuerteventura se produjo hace más de 10.000 años y, seguramente, corresponde a la que formó el Volcán de la Arena en La Oliva.
· En islas oceánicas, sólo en Fuerteventura, junto a algunas Islas de Cabo Verde, es posible encontrar carbonatitas; extrañas rocas ígneas constituidas principalmente por carbonatos, en el caso de Fuerteventura, calcita, formadas por la cristalización de magmas silicatados con alto contenido en CO2.
· Aunque en todas las islas oceánicas los grandes deslizamientos gravitacionales han sido un fenómeno frecuente, en Fuerteventura la magnitud de los mismos ha sido sobresaliente y en la Isla afloran extensamente los materiales formados por las avalanchas rocosas producto de los deslizamientos.
· Las deformaciones tectónicas en islas oceánicas, sobre todo, en contexto de intraplaca, son poco frecuentes, sin embargo, en Fuerteventura están extensamente presentes grandes fallas y zonas de cizalla, algunas de ellas de gran importancia, producidas por la alta concentración de esfuerzos tectónicos en este sector de la placa africana, que han sido las responsables de importantes movimientos de grandes masas de roca que han producido levantamientos insulares diferenciales, entre otros, la elevación y basculamiento de la Corteza oceánica.
· En Fuerteventura contamos con un rico y completo registro geológico de los últimos 100.000 años, en forma de campos de dunas y paleosuelos, cuyo estudio proporciona un importante conocimiento de la evolución climática más reciente en este entorno del océano Atlántico.
· En islas oceánicas de origen volcánico, el registro fósil no suele ser muy rico y variado, sin embargo, en Fuerteventura, dada su prolongada historia geológica, podemos encontrar fósiles y microfósiles de organismos en el Jurásico y el Cretácico (foraminíferos y ammonites); corales, bivalvos, foraminíferos del Oligoceno, Mioceno, Plioceno y Cuaternario; y una rica muestra de gasterópodos terrestres del Cuaternario.
· Existen pocas islas oceánicas en el mundo en las que se pueda encontrar un registro rocoso relacionado con las diferentes etapas de crecimiento insular (Corteza oceánica, edificio volcánico submarino, emersión de la Isla y sucesivos edificios volcánicos subaéreos) tan completo como el que podemos estudiar en las rocas aflorantes de la isla de Fuerteventura.

La isla de Fuerteventura se localiza en la parte oriental del Archipiélago Canario, a unos 100 km de la costa del continente africano y se levanta más de 3.000 m por encima del fondo oceánico del océano Atlántico. La Isla se alarga más de 100 km en la dirección NNE-SSO y, con una superficie de 1.662 km2, incluida la Isla de Lobos, es la segunda isla en extensión del Archipiélago Canario. Frente a este notable tamaño, su cota máxima no alcanza los 1.000 metros (Pico de la Zarza, 807 m), siendo exigua la superficie situada por encima de los 600 m. Es posible distinguir en Fuerteventura cinco comarcas fisiográficas claramente diferenciadas



1. El Norte. Abarca los espacios situados al norte de la línea constituida por el barranco de Tebeto, La Oliva y Montaña Escanfraga. Se trata de un área con escasos desniveles y con una altitud que, salvo algunos puntos concretos (Montaña de Tindaya y Montaña de la Arena), no supera los 200 m. Esta parte de la Isla está constituida fundamentalmente por pequeños conos de escorias y malpaíses, producidos en erupciones recientes.

2. El Valle Central o Llanura Central. Al sur de Montaña Quemada se abre la llanura interior, que es una de las regiones fisiográficas más características de la Isla. Esta llanura aparece alterada por la presencia de pequeños tableros alargados de una veintena de metros de altura y algunas montañas que se levantan un centenar de metros sobre el relieve circundante, como Montaña Gairía. Hacia el sur, el Valle Central se estrecha progresivamente hasta desaparecer en el Valle del Tarajal de Sancho. Esta llanura central constituye un bloque hundido con respecto al sector más occidental, y su origen ha estado condicionado por la actividad tectónica.

3. Los Valles y Cuchillos orientales. Esta unidad se localiza desde Montaña Escanfraga, al norte, hasta el Istmo de Jandía, al sur. La característica esencial es la presencia de un relieve que se estructura en valles, la mayoría sin cabeceras bien desarrolladas, con vertientes cóncavas y fondo plano. Los interfluvios están constituidos por cordales que normalmente superan los 400 m (cuchillos). Estos cuchillos representan los restos de los edificios volcánicos en escudo que se formaron tras emerger la Isla.

4. El Macizo de Betancuria. Este macizo se localiza desde el curso medio del barranco de Los Molinos, al norte, hasta el margen occidental del barranco de Chilegua. El contacto con la Llanura Central es bastante brusco, sobre todo entre Antigua y Tuineje. Este macizo presenta, como rasgos diferenciales, acusados desniveles y una notable compartimentación del relieve. En este sector afloran los materiales del Complejo Basal.

5. La Península de Jandía. Separada del resto de la Isla por el Istmo de la Pared, presenta dos vertientes claramente diferentes. La vertiente de Barlovento presenta un talud cóncavo y un escarpe donde se alcanzan las mayores cotas de la Isla (Pico de la Zarza, 807 m). La vertiente de sotavento se caracteriza por la presencia de una red de barrancos estrechos y cortos, en disposición casi radial que parten del escarpe. Desde Morro Jable hacia el oeste, los barrancos terminan en una planicie costera, levantada unos 10 metros sobre el nivel del mar. Algunos sectores como el Istmo de Jandía o el Jable de Salinas, se caracterizan por la presencia de formaciones dunares de arenas organógenas movilizadas por el viento, y sobre las que se han producido importantes encostramientos.

El nacimiento y emersión de la isla de Fuerteventura y su posterior evolución se ha llevado a cabo, de forma similar a como ocurre en las otras islas, según dos ciclos fundamentales: crecimiento submarino y subaéreo, que han dado lugar a la formación de diversas rocas representadas en la Isla por cuatro grandes formaciones litológicas A. El Complejo Basal. B. Los restos de los grandes edificios volcánicos de tipo escudo. C. Los restos de los edificios volcánicos del Plioceno y el Cuaternario (con una antigüedad inferior a los 5 millones de años). D. Los sedimentos recientes del Plioceno y el Cuaternario.



A. El Complejo Basal En la isla de Fuerteventura aflora fundamentalmente en el sector occidental, en el Macizo de Betancuria. Está esencialmente representado por un conjunto de materiales volcánicos submarinos apoyados sobre un fragmento de Corteza oceánica, que se encuentran intruidos por una secuencia de cuerpos plutónicos y un importante haz de diques. Forman parte del Complejo Basal las siguientes formaciones rocosas:

La Corteza oceánica Los restos de la Corteza oceánica aparecen en dos sectores de la costa occidental de la Isla: entre la Punta de la Laja y la playa de Jarubio en la costa norte, donde se encuentra muy fracturada La secuencia se inicia con basaltos formados en la dorsal centroatlántica hace unos 184 millones de años, que representan los materiales más antiguos de la Corteza oceánica en el Atlántico Central. Sobre estas rocas volcánicas aparecen sedimentos depositados en el fondo oceánico desde hace unos 180 millones de años hasta hace unos 80 millones de años. Estos sedimentos provienen, fundamentalmente de la erosión de las rocas del vecino continente africano.

Sobre los sedimentos de la Corteza oceánica aparece un conjunto de rocas basálticas y fonolíticas submarinas que forman lavas almohadilladas, brechas de fragmentos de almohadillas, areniscas y limolitas volcánicas, que representan el edificio submarino cuya emersión dio lugar a la isla de Fuerteventura. Este volcán submarino se formó en un periodo comprendido entre los 30 y los 23 millones de años.

Las rocas volcánicas y sedimentarias que se formaron en el proceso de emersión de la isla (el Grupo Volcánico de Transición) Sobre las rocas volcánicas submarinas aparecen un conjunto de materiales rocosos que representan la emersión de la Isla ocurrida hace unos 23 millones de años.





No hay comentarios:

Publicar un comentario